En los Rollos de Qumrán, conocidos como los manuscritos del Mar Muerto,
se puede leer la historia de un muro que los hombres construyeron al
inicio de los siglos con el fin de separarse del loco que llevaba siete
jornadas creando monstruos, aquel cuya soberbia es capaz de un castigo
eterno por morder una manzana. Protegidos tras el muro, no hemos sabido
que pasó con el loco. Quizás siga al
otro lado creando mundos imposibles, quizás se fue. Nos sentimos
protegidos a este lado de la tapia, pero algunos dicen ser sus
representantes y quieren dictarnos el modo en que hemos de vivir, otros
niegan que el loco y el muro hubieran existido alguna vez. Y, por
supuesto, estamos los que afirmamos que el símbolo de este mundo y
nuestra libertad es el muro.
|