CANCIÓN POR UN BODEGUERO ANDALUZ

© Eduardo De Benito

Ayer dijimos adiós a Fandango, nuestro bodeguero andaluz. Ya no se escuchará su ladrido cuando regresamos a casa ni se tumbará en el sofá a nuestro lado. Mi hijo mayor le ha dicho al pequeño que los marcianos lo han desintegrado. Ayer, al recoger su habitación encontré bajo la almohada una bolita de pelos blancos del perro. Le pregunté, «¿Por qué lo has hecho?» Y me respondió, «Mamá, si reunimos todos los pelitos de Fandango le podemos recomponer y habremos vencido a los marcianos»