
Amigo, hoy caminé sobre el mar. Vinieron a la orilla los niños, los perros y los pensionistas, almas culpables de inocencia. Olfateaban el aire, hacían castillos en la arena y me pidieron un milagro para celebrar la eucaristía. Aquella tarde caminaron los involucionistas, se maquillaron los libros de contabilidad y los panes y los peces construyeron un hospital para desahuciados.
Los milagros son contrarrevolucionarios, gritaban los guerrilleros en la sierra y los sindicalistas en las fábricas
Los milagros son peligrosos, repetían los manes de la bolsa, los profetas del librecambio y el Papa que vive en Roma.
Un oso hormiguero es un ejercicio de antropología o un himno al trabajo, en la tarde entona un canto ceremonial para los pobres de la tierra, para los que se visten con hambre y almuerzan desamor. Un oso hormiguero es la esperanza de los hombres, alimentándose de nada y engordando de presunción. Cazar un oso hormiguero es un ejercicio de vanidad, gime y os puedo jurar que he visto una lágrima temblar en sus ojos. Sus ojos iguales a los nuestros, su panza como la nuestra, atravesada por la angustia de la vida.
Fue en Lima, Perú, hac
