Tecnología


Roy Lichtenstein
Al morir su marido el mundo comenzó a desmoronarse. Primero fueron pequeños detalles, el cenicero limpio la privaba del placer de rezongar por el olor de las colillas; en la cocina, como en el amor, la soledad es frustrante y dejó de guisar; lo terrible vino cuando el reloj se fatigó y las horas transcurrían con exasperante lentitud. Fue entonces cuando tomó la decisión. Se deshizo del smartphone y mandó instalar en el dormitorio un viejo teléfono con disco para marcar. Cada noche, antes de dormirse, levanta el auricular y escucha el ruido de la línea, distingue lejano cómo le susurra su marido una conversación romántica con lluvia de fondo.

Se compran fantasías usadas


"Le faux miroir" René Magritte

El locuaz chamarilero montó su tenderete en la plaza de unos de esos pueblos de España llenos de modorra, donde el sol sale cada día por una esquina diferente. Sobre la mesa ofrece la lámpara de Aladino, el cuerno del unicornio y la Oración contra la Impotencia, primorosamente caligrafiada en su fábrica de rezos por las monjas Sibaritas. Elipio, desde que enviudó, siente la soledad agarrada al estómago como la coz de un buey. Por eso no pudo evitar detenerse cuando el feriante anunciaba: "¿Soltero? Le doy a mi hija. ¿Mujeriego? Se la presto. ¡No es bueno que el hombre esté solo!".

Y Elipio compró una caja, no una caja cualquiera, sino una preciosa caja de hojalata en cuya cubierta estaba escrito: "Fantasías usadas". Pensó que tal vez en ella reencontrase sus fantasías de mozo, la de aquella noche de fiesta en el pueblo en que vio por primera vez a María y supo que quería estar a su lado toda la vida, la de la boda que se retrasó por la muerte de su padre, la del hijo que tanto desearon y que la maldita varicela les robó antes de nacer dejando a María estéril.

En casa, abatido en su abandono, abrió la caja y encontró en su interior una daga y un cuadernillo con instrucciones para acabar con la soledad. Fiel a las indicaciones tomó la daga y se la hincó en el costado izquierdo, cerca del corazón, para extraer la costilla con que recobrar a la compañera perdida. Lo último que oyó fue la sirena de una ambulancia. Cuando abrió los ojos María estaba allí.

Cuestión de fe


Revista "El cojo ilustrado" (Venezuela)

Juan Panadero es tullido de la pierna izquierda, siendo niño aquella no quiso crecer más y se quedó canija. Cada tarde se dirige renqueante a la panadería que heredó de su padre. Allí trabaja toda la noche cociendo hogazas de pan candeal. Al amanecer, antes de volver a casa, entra un momento en la Iglesia y agradece a Dios haberle dado doce hijos sanos, hermosos y tan diferentes a él. Hace años su mujer le contó un milagro: "Una noche, mientras estabas en la panadería, el Señor me concedió quedar preñada con solo pensar en ti". En el pueblo murmuran que el milagro es que no haya parido mil hijos.

Modelos


Pedro Berruguete

EJEMPLARIDAD

En el año 291 la Biblioteca de Alejandría fue devastada por los cristianos procedentes de Tebaida. En el siglo XIII santo Domingo de Guzmán ordenó que se quemasen los libros albigenses por considerarlos heréticos. En 1562 el arzobispo Diego de Landa prendió fuego en Yucatán a los códices mayas. Siguiendo tan honorables modelos hoy he rociado de gasolina al petimetre que me ganó en el último concurso literario.



PARAFRASIS DE MONTERROSO

Es frecuente no publicar, no escribir, no pensar. Pero existen los que recorren este camino en sentido contrario: no pensar, escribir, publicar. Y a estos les llamamos maestros.


SANIDAD PÚBLICA

Agonizante en la cruz, Jesús clamó: "Dios mío, por qué me has abandonado" Y desde lo alto descendió atronadora la voz de Yavé: "Estás en la lista de espera"

La espuma del amor


Hessam Abrishami

 DESTINO

Se conocieron en Facebook. Enamorados intercambiaban correos, fotos, poemas, con arrebatado romanticismo. El día en que por fin se encontraron en el lecho nupcial se les olvidó llevarse  el botón "Me gusta". Al día siguiente, desilusionados se divorciaron.

SURREALISTA

Una vez que has pronunciado la palabra bienquisto hay que dejar pasar algo de tiempo para que se recompongan el aire y nuestro corazón, le dijo el poeta a su novia. Y su novia se buscó una pareja de complexión más atlética.

PRECOZ

Cuentan que cuando el poeta romano Publio Ovidio Nasón se sentó a escribir su poema erótico didáctico "Arte de Amar", puso tanto ardor en los primeros versos que la ansiedad le hizo una mala pasada. No lo pudo culminar.